Una experiencia turística es el conjunto de sensaciones y emociones, interpretadas por el turista, en base a una serie de estímulos durante todas las fases de contacto con el producto turístico. Esta serie de estímulos, se articula entre si, tomando como pilar un concepto de marca o relato.
Las dos claves del turismo experiencial son:
La satisfacción nos conecta con el neuromarketing y el cerebro. La satisfacción es un estado del cerebro provocado por una mayor o menor optimización de la retroalimentación cerebral donde diferentes regiones compensan su potencial energético, dando la sensación de plenitud y armonía.
Cuando hacemos turismo experiencial se genera esa satisfacción o experiencia positiva, el cerebro genera dopamina, un neurotrasmisor que activa los circuitos de recompensa provocando satisfacción y que el cliente quiera repetir esa conexión neuronal (sinapsis) para volver a genera dopamina. Se trata de un mecanismo muy parecido a la adicción que lleva asociado un fuerte recuerdo positivo de la experiencia vivida (memoria y aprendizaje)
El significado va a ser la dimensión más importante del siglo XXI. Es el gran vector de motivación de las personas y en nuestro caso hace referencia al significado que obtiene y consigue la persona que viaja a través de aquello que hace durante su viaje, de esa VIVENCIA. A través de ese significado podemos conocernos mejor a nosotros mismos y al prójimo y por tanto crecer